El juego comienza a principios del siglo XVIII, cuando la Compañía tiene un punto de apoyo débil en el subcontinente. En el transcurso del juego, la Compañía podría convertirse en la corporación más poderosa e insidiosa del mundo o colapsar bajo el peso de su propia ambición.

John Company es un juego sobre el monopolio comercial patrocinado por el estado. A diferencia de la mayoría de los juegos económicos, los jugadores a menudo no controlan sus propias empresas. En su lugar, guiarán colectivamente a la Compañía asegurando posiciones de poder, intentando dirigir el destino de la Compañía en formas que beneficien sus propios intereses. Sin embargo, la Compañía es una cosa difícil de manejar. Es difícil hacer algo solo y, a menudo, los jugadores tendrán que negociar entre sí. En John Company, casi todo está sujeto a negociación. En última instancia, este juego no se trata de riqueza; se trata de reputación. Cada turno, algunos de los miembros de su familia pueden retirarse de sus puestos en la Compañía, dándoles la oportunidad de establecer patrimonios. Críticamente, los jugadores no tienen control total sobre cuándo ocurren estos retiros. A menudo necesitarás pedir dinero prestado a otros jugadores para aprovechar al máximo la posibilidad de retirarte. Los jugadores también ganan puntos de victoria compitiendo en la Temporada de Londres por prestigio y asegurando propiedades de moda. John Company se compromete muy seriamente con su tema. Se entiende como un retrato franco de una institución que era tan disfuncional como influyente. En consecuencia, el juego aborda muchos de los temas clave del imperialismo y la globalización en los siglos XVIII y XIX y cómo esos desarrollos se sintieron a nivel nacional. Como tal, este juego podría no ser adecuado para todos los jugadores. Asegúrate de que todos en tu grupo estén de acuerdo con esta exploración antes de jugar.